TIERRA DE NADIE

Allá, donde los recuerdos tiñen de tristeza el lugar.   
Donde el viento se convierte en la voz más áspera que únicamente uno puede llegar a escuchar.  
Donde la vejez es el testimonio del abandono.
Donde el silencio se hace más puro y el más leve sonido adquiere tintes épicos.
Donde el menor indicio de vida supone una esperanza.
Donde el tiempo se consume cruelmente despacio mientras se adivina a lo lejos el ocaso. 
Donde la historia es el pasado. 

Allá, en tierra de nadie.

Espero que no causen sentimiento alguno las anteriores instantáneas. Si te has quedado igual, su expresión responde a lo que el autor buscaba, es decir, a nada, o quizá a algo, a un tal vez, a un quien sabe...

En toda esta serie de imágenes se elude cualquier información sobre su localización. Esto comienza como un diario visual, un diario donde no se buscan vistas espectaculares, ni lugares memorables o momentos culminantes dentro del mundo rural.

Se trata de plantear problemáticas cada vez más sutiles acerca de la representación del territorio y la visualización de esas fuerzas culturales –económicas y políticas– implícitas en las diversas expresiones en que se manifiestan y toman cuerpo dentro del ámbito de lo rural: en las formas decorativas, arquitectónicas y urbanísticas.

Es captar lo banal, lo aparentemente anodino, lo que precisamente revela la identidad de nuestros pueblos.


El pueblo entendido como un laboratorio visual que desvela a cuenta gotas los secretos mejor guardados del lugar.