21.2.17

LA REVOLUCIÓN



“En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa. Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí. Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el aburrimiento acabó por volver. Llegué a la conclusión de que el origen del aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situación central e inmutable. Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue inconformista. La novedad volvió a animarme, y mientras duró me conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre había sido mi posición preferida. Pero al cabo de cierto tiempo la novedad dejó de ser tal y no quedó más que la incomodidad. Así que puse la cama aquí y el armario en medio. Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una habitación es más que inconformista. Es vanguardista.

17.2.17

LO BANAL. MANANTIAL PROYECTUAL



"Lo infraordinario: lo que está ahí pero no se puede ver" (1)

Esta frase debe irrumpir en nuestro imaginarium de inmediato, sin restricciones, sin prejuicios.

Hemos de ver lo banal como un refuerzo proyectual que nos invita a prestar atención a nuestro entorno, a ser conscientes de lo que nos rodea y de lo que uno hace. 

16.2.17

EL CEMENTERIO DE LOS QUE AÚN RESPIRAN






Si realmente somos conscientes de cómo es nuestro momento en el tiempo, si corremos ese fino velo de temores y comenzamos a ser testigos de lo que nos envuelve, entonces podremos "palpar" cuales son los efectos de la masificación del todo hoy en día, de la globalización que nos ahoga. 

Consecuencias como nuestro paso acelerado cristalizan en lo cotidiano y cubren nuestro ser con un manto de aislamiento tal, que se genera una comunicación tan extraña que a menudo no pone en contacto al individuo más que con otra imagen de sí mismo.